Hay que hacer como los pájaros, que antes de comenzar el día alabamos al
Bendito, se me figura como si se pusieran en disposición para todo lo bueno y
malo que traiga el día, es el canto de la fe y confianza ciega en que nada les
hará falta y cada vez que algo salga mal por el tiempo o circunstancia, se
vuelven a levantar y terminan su día con la alabanza de las gracias por lo que
fue el día, sin reproche, sin miedo, solo con la alegría.
Queoquina.
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En unión se dice...