Como el árbol
Como el árbol que no es fuerte ni robusto es mi mente,
los pensamientos van y vienen como el viento a las ramas.
En ocasiones se mueven en una misma armonía y en otras se quebrantan las
mismas.
Sin embargo, por mis raíces corre sabila Divina que me sustenta a
enfrentar los cambios en quietud y silencio;
Respiro la transitoriedad del momento.
Puede que como plaga al árbol mi mente se enturbie, pero recuerdo que no
soy la plaga, ni el frío, ni sequedad, solo soy parte del todo impermanente de
un día más.
Que así sea.
Queoquina.
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